viernes, 28 de marzo de 2008

ILUSIONES POSIBLES

Por: Agustín Garizábalo Almarales


“Caminante no hay camino,
Se hace camino al andar”
- Antonio Machado



Durante años, en mi labor como entrenador de fútbol, primero, y como Cazatalentos, después, he tenido el privilegio de estar muy cerca de jóvenes que luego se han destacado en el fútbol profesional. Como técnico o asesor de Selecciones Atlántico pude conocer el desarrollo deportivo y personal de futbolistas de la talla de Iván Valenciano, Víctor Pacheco, Henry "Ferry" Zambrano, Alex Comas, Osvaldo Mackenzie, Ricardo Ciciliano, Emerson Acuña, Yesid Trujillo, Heriberto Velandia, César Fawcett y Macnelly Torres, entre otros; y, como veedor, la posibilidad de hacerles un concienzudo seguimiento a muchachos que luego fueron enviados al Deportivo Cali como Abel Aguilar, Armando Carrillo, Freddy Montero, Antony Tapias, Edgar "Pipe" Pardo y Michael Ortega, entre varios, y siempre me asaltó la inquietud por saber qué cualidad o hecho especial pudo hacer que se mantuvieran en el ámbito competitivo, cuando, simultáneamente, otros jóvenes de condiciones futbolísticas similares, o, incluso, superiores, se malograron tristemente.

¿Qué los hizo diferentes? ¿Qué fue lo que tuvieron ellos que no tuvieron los otros?

Los humanos somos seres contadores de historias. Por lo tanto, una de las claves para saber si un chico tiene personalidad para triunfar es escucharlo hablar. Comencé a utilizar esta técnica con los futbolistas, quizá por mi formación de vendedor que fui, sin una intención definida, sin una estrategia clara, más bien como un recurso intuitivo. Yo no sabía conscientemente lo que estaba haciendo, pero me quedaba hablando largo rato con los jugadores que estaban en proceso de observación porque quería conocer sus historias, quería encontrar un hilo conductor, una constante en sus vidas, un factor común en todos ellos.

Hasta cuando, inesperadamente, encontré esta joya, un texto del psicólogo estaudinense Jim Loehr, especialista en orientar atletas de alto rendimiento:

“…Para tener un buen rendimiento y alcanzar el estado ideal –comenta Loehr- debemos ser cuidadosos con el lenguaje que usamos, las palabras que elegimos y, sobre todo, las historias que narramos. Las historias que contamos sobre nuestros competidores, sobre nuestra dieta y nutrición, sobre el torneo que se juega o sobre la rutina diaria, son a menudo más importantes que los hechos reales. Son las historias las que nos producen miedo, frustración, alegría y felicidad. Tienen un profundo efecto sobre nuestro destino. Por lo tanto, para ser efectivo bajo presión hay que narrar la historia apropiada…”

¡Caramba!, De modo que era eso. De modo que no es suficiente con tratar de hacer bien las cosas, con esforzarse y tener disciplina. También es clave la historia que vamos imaginando, el relato que vamos construyendo en nuestro interior. No es posible querer triunfar mientras nuestra mente está llena de temores y rencores al mismo tiempo.

“¿Cuáles son tus sueños?” – es una de mis preguntas favoritas porque quiero indagar ilusiones, conocer expectativas. Y he aquí que me he encontrado con magníficos detalles. Creo que el muchacho se equivoca cuando apunta hacia la periferia, cuando habla de ganar en Euros, por ejemplo, o cuando quiere tener carros, mujeres y hacer soñados viajes e, incluso, hasta comprarle la casita a la vieja, pero ni siquiera ha resuelto su bachillerato. Cuando aspira a jugar en Italia pero ni siquiera habla bien el español. Cuando sueña con ser una figura de la farándula deportiva, pero no sabe relacionarse con los demás.

Porque no es suficiente con ponerse a soñar. Hay que revisar cuáles son esos sueños y, lo más importante, analizar si son sueños posibles. ¿No ve que la principal fuente de frustración es elegir mal el camino?

Conviene entonces ir avanzando, conquistando metas asequibles, pequeñas metas volantes. Porque si la ilusión es demasiado ambiciosa o desmedida se corre el riesgo de abandonar rápidamente la lucha.

¿Será que la oportunidad caerá del cielo o habrá que buscarla en la confrontación vital día a día, minuto a minuto?

¿Cómo aspira a triunfar en la vida este joven si su presente está lleno de derrota y desilusión, si lo único que hace durante el día es repetir ochocientas veces el mismo reggueatón?


¿Cómo aspira a jugar en el Barcelona de España si ni siquiera es titular en una Primer C?

Y concluyo con una hermosa frase de Guillermo Arriaga, director de cine mexicano:

“La suerte es algo que se merece y hay que forjarla a pulso. La gente sin suerte es la que está distraída. La vida te abre una ventana durante tres segundos y se cierra. Y has tenido que estar muy alerta para aprovechar esa oportunidad. Yo he tenido suerte porque he estado atento las 24 horas”

Como puede verse, todo lo que vale la pena en la vida puede convertirse en una buena historia.

agarizabalo@hotmail.com

Publicado en El Heraldo Deportivo, Octubre 9 de 2007.
Publicado en la Revista del Deportivo Cali, Nov. 2007.





No hay comentarios: