miércoles, 21 de abril de 2010

El ‘ojo clínico’ del Cali

Publicación en EL PAÍS ( Cali )

Por Francisco Henao Bolívar, Reportero de El País
Martes 9 de Marzo de 2010

Un soledeño es el descubridor de Montero, Pardo, Muriel, Tapia, Ortega y Aguilar.

Un ex vendedor de suscripciones de un periódico de Barranquilla es el ‘culpable’ de que el Cali tenga en divisiones menores una verdadera mina.

Agustín Garizábalo, un soledeño que no revela su edad, pero que asegura tener más de 30 años en el fútbol, con más pinta de profesor que de caza-talentos, es el 'ojo clínico' del cuadro azucarero en la Costa Atlántica.

Por su inconfundible filtro han pasado varios de los que hoy son figuras del fútbol colombiano y que de alguna manera le han representado buenos dividendos económicos al Cali. En la lista están Abel Aguilar, Felipe Pardo, Freddy Montero, Armando Carrillo, Michael Ortega, Ánthony Tapia, Gustavo Cuéllar, y Luis Fernando Muriel.

Garizábalo, el veedor estrella del Cali, llegó al fútbol por accidente. Mientras se la rebuscaba como vendedor de suscripciones en el Diario del Caribe, patrocinaba un equipo aficionado que cada fin de semana jugaba en las peladas canchas de la Arenosa

“Un día el técnico del equipo no fue a un partido y a mí me tocó dirigir; me fue tan bien ese día que decidí seguir en esto. Da la casualidad que por esos días apareció la Selección de Luis Alfonso Marroquín, luego él vino a Barranquilla a una charla y desde ahí quedé deslumbrado con el fútbol”.

Lo que siguió fue la renuncia al periódico y después la incursión a lo que parecía ser un incierto experimento en el mundo del fútbol.

Garizábalo comenzó a trabajar con Apuestas La Fortuna, el equipo de donde salieron Álex Comas, Iván Valenciano, Víctor Pacheco y Oswaldo McKenzie, entre otros. También fue asistente de la Selección Atlántico

Su acercamiento con el Cali se dio en 1999, después de que Carlos Burbano, entrenador de las inferiores, fuera a una charla a Barranquilla.

Ese año nació el Sistema Nacional de Veeduría en el cuadro azucarero y Burbano, después de intercambiar ideas con Garizábalo, no dudó un instante para invitarlo a hacer parte de la red de 'caza-talentos' del Cali.

“Comencé haciendo veeduría de una manera casi informal porque no tenía contrato, sólo un auxilio mensual para transporte. Ese mismo año, el directivo Fernando Marín me preguntó que si en la costa sí había talento, que estaban cansados del jugador costeño por los chancucos, porque eran irresponsables, mujeriegos y toma trago”.

A Garizábalo le tocó replantear su estilo para encontrar figuras. “Esa frase de que el buen vendedor no es el que más vende sino el que vende mejor, la acuñé al fútbol; entonces comencé a buscar no a los que más hicieran goles sino a los que mejor jugaran y tuvieran un proyecto de vida muy serio”.

De esa manera descartó muchas promesas y seleccionó a otros que 'pintaban' para ser grandes jugadores, pero mejores personas.

Después de recorrer los polvorientos pueblos de la costa, de visitar las peladas canchas de la región bajo el inclemente sol de esa zona del país, y de mirar, revisar y examinar una y mil veces el comportamiento de varios chicos, comenzó a mandar jugadores para las canteras del Deportivo Cali.

Ahí están los resultados. Al cuadro azucarero llegaron para completar su proceso de formación Abel Aguilar, Ánthony Tapia, Armando Carrillo, Felipe Pardo, Freddy Montero, Michael Ortega, Gustavo Cuéllar, Luis Payares y Luis Fernando Muriel, entre otros.

Aguilar ya está en Europa, Pardo fue transferido al DIM y Montero juega en la MLS; ni hablar de la cotización que hoy tienen Muriel, Carrillo y Ortega.

Garizábalo no saca pecho por todo lo que ha aportado. “Yo estoy contento con mi trabajo; así no me paguen un peso más seguiré en esto porque es darles la oportunidad a unos muchachos para que tengan calidad de vida”.

Aunque sus pretensiones sí las deja bien claras. “Aspiro a mejorar en lo económico; cualquiera pensará que vivo con lujos, pero no. Cuando no me pagan mi quincena vivo apurado, viendo cómo resuelvo mi situación; sé que en el Cali saben que merezco una retribución”, asegura este hombre que seguramente hoy debe estar en una de las canchas de la Costa buscando más diamantes para el onceno verde.

En detalle

•El primer jugador que Garizábalo envió al Cali fue el samario Henry Valderrama, familiar del 'Pibe', quien poco jugó con los azucareros, pero posteriormente fue goleador en el fútbol venezolano.


•Agustín Garizábalo fue promovido hace poco a veedor nacional. Es el encargado de mantener viva la red de caza-talentos en todo el país.


•Atlético Junior ha hecho varios intentos por contar con este descubridor de figuras, pero él afirma que está cómodo en el Deportivo Cali porque fue el primer equipo que le propuso trabajo.

En pocas palabras

"Todo el tiempo pienso en lo que hago. Voy a las casas de los muchachos, los aconsejo, y hablo con los papás para saber qué proyecto de vida quieren para sus hijos”.

"Los 'pelaos' son agradecidos, me reconocen, me buscan, hablan bien de mí, aunque luego entran a otro mundo cuando son profesionales”. Agustín Garizábalo, caza-talentos del Cali.


Algunas de las figuras descubiertas por Garizábalo

Lo vio en un torneo aficionado jugando para la Selección de Bogotá. Luego le hizo seguimiento cuando actuaba en un equipo de Cerritos. Hoy juega en el Zaragoza de España.


•Freddy Montero

Nació en Campo de la Cruz, Atlántico. Fue visto en varios partidos amistosos en Barranquilla y después en un torneo aficionado que el Cali organizó en Pance. Milita en el Seattle de la MLS.

Armando Carrillo

De Valledupar. Se le hizo un riguroso seguimiento porque tenía fama de ser un muchacho difícil. Iba para el Bucaramanga, pero después aceptó la recomendación de Garizábalo de llegar al Cali.


Felipe Pardo

Nació en Quibdó. Se crió en Barranquilla y allí, con la Escuela Tiburones, siempre le hacía goles a la escuela que dirigía Agustín Garizábalo. De inmediato lo contactó para el Cali. Juega en el Medellín.

Ánthony Tapia

Barranquillero. Desde niño mostró su fuerte pegada, siendo figura en un torneo que organizó el Cali en Barranquilla precisamente para descubrir jugadores. Hoy actúa en el Boyacá Chicó.

Michael Ortega

De Palmar de Varela, Atlántico. A Garizábalo le dijeron que viera a un niño al que le decían 'Maradonita'. Lo vio un par de veces y de inmediato lo envió a Cali. Hoy es una de las figuras del equipo.

Gustavo Cuéllar

Barranquillero. Su pelo rojo fue la referencia que utilizó el veedor del Cali para seguirle la pista en varios partidos entre equipos aficionados en Barranquilla. Fue figura de la Selección Sub 17.


Luis Fernando Muriel

De Santo Tomás, Atlántico. Se le hizo un seguimiento en la Escuela Barranquillera y allí siempre mostró sus condiciones de goleador. Hace dos años está en el Deportivo Cali

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