miércoles, 2 de abril de 2008

SABER ELEGIR

Por: Agustín Garizábalo Almarales


“En el fútbol no marcan diferencia
Los que quieren, sino los que pueden.
Y muy pocos pueden”
A. Garizábalo



Durante todos estos años he tenido la oportunidad de asistir periódicamente a capacitaciones sobre fútbol que se hacen en el país y el temario se reduce casi siempre a lo mismo: Metodología del entrenamiento, trabajos técnicos y tácticos, la nutrición, recuperación de lesiones y los últimos adelantos en preparación física, pero muy poco se habla de la escogencia de los jugadores, y se deja, más bien, este punto, a la intuición y decisión espontánea de los entrenadores, como si fuera un cualidad inherente a esa función.

Sin embargo, en el proceso de Divisiones Menores de un equipo de fútbol profesional, por ejemplo, el trabajo más importante debería ser Saber elegir a los jugadores que van a ingresar al Club en las diferentes categorías. Pero, paradójicamente, la responsabilidad de elegir recae muchas veces sobre entrenadores inexpertos y sin la verdadera idoneidad para ello.

Generalmente se tiene por costumbre organizar el cuerpo de entrenadores de Divisiones Menores de tal manera que a cada uno se le asigna la dirección técnica de un equipo y, por lo tanto, son los que tienen la posibilidad de decidir qué jugadores se quedan y cuáles no son admitidos.

Nada más incierto y oneroso.

- ¿Cuántos jugadores pasan años y años en un club, para finalmente descubrir que no tenían condiciones?


- ¿Cuántas veces no han sido desechados jugadores que después aparecen como figuras en otro Club?

- Y, ¿entonces?
El club debe contar con un Director General de Divisiones Menores experimentado en la escogencia de talentos (un “seleccionador” natural), el cual delineará los criterios de selección y tomará la decisión final sobre los jugadores que serán admitidos en las diferentes categorías. Este, a su vez, se apoyará en un grupo de “Cazatalentos”, quienes, orientados y entrenados para que dominen los parámetros de escogencia del club, se encargarán de buscar, minuciosa y pacientemente, a los potenciales jugadores.

El Director General será el responsable directo de esta elección. Y a él habrá que pedirle cuentas. Por ello, tiene que ser alguien reconocido que en cada decisión ponga a prueba su sapiencia, que tenga en juego un prestigio ganado. Porque si este es el trabajo más importante, no puede quedar en manos de un técnico que apenas empieza o que está preocupado sólo en ganar campeonatos.

Al talento hay que buscarlo siempre: La gran opción para los clubes de fútbol profesional, considerando los actuales costos astronómicos de los jugadores de alto rendimiento, es el diseño y realización de un Programa de Veeduría Permanente para la búsqueda de jóvenes talentos. El verdadero talento hay que buscarlo y encontrarlo, no importa de donde sea.

En lo posible, será un proceso de selección rigurosa, dentro de un espectro amplio, a nivel nacional. En este orden, será preciso elegir personas idóneas para esta labor, que tengan “buen ojo”, que conozcan perfectamente el perfil del jugador que se está buscando, y que estén comprometidas e identificadas con la filosofía de la institución.

Para escoger al talento hay que tener talento: Cuando se habla de “talento” en un equipo de fútbol siempre nos referimos a los jugadores. Pero también es necesario descubrir talentos entre los entrenadores y especialmente entre aquellos encargados de la selección del talento. En este aspecto, de vital importancia, no podemos equivocarnos. Pero resulta curioso, y lo he experimentado con frecuencia, que cuando hablo sobre los métodos para seleccionar jugadores, sea, precisamente, la gente de fútbol, la más sorprendida.
- ¿Qué es un “Cazatalentos”?
Los verdaderos “cazatalentos” nacen con ese don, el consabido “Ojo clínico” que se dice. Pero además es importante la experiencia: haber visto mucho fútbol, tener elementos de juicio para comparar sensibilidades, poseer un sexto sentido para percibir ese “no sé qué” que nos muestra a un jugador extraño, diferente.

Porque con frecuencia suele ser un grave error de los entrenadores: que escogen a sus jugadores sólo en la medida en que estos sean capaces de adaptarse a un “engranaje”, a un sistema, es decir, buscan jugadores en Serie. Los verdaderos cazatalentos, en cambio, tienden a buscar (y encuentran) jugadores “Fuera de serie”.

¿Qué cualidades debe poseer un “Cazatalentos”?
Como ya dijimos, debe poseer el don de “ver” más allá de la simple circunstancia. Tiene que poder proyectarse en el tiempo, con base en su intuición y conocimiento, y determinar si en el futuro, ese jugador que ahora marca diferencia, realmente se puede consolidar en un fútbol de alta competencia.

Es decir, no basta con identificar a un buen jugador (eso al fin y al cabo podría hacerlo cualquier observador con un mínimo de conocimiento), se trata de descubrir a un verdadero FUTBOLISTA, alguien que pueda trascender en el tiempo, que mantenga regularidad en su rendimiento, que sea un consagrado a su deporte, que esté dispuesto, si es preciso, a darle un vuelco total a su vida al elegir ese camino.

Muchos juegan bien al fútbol,
Pero pocos son futbolistas.

¿Y qué más se le recomienda al “Cazatalentos”?
Debe actualizar sus conocimientos permanentemente. Lo que hoy es verdad, mañana puede que no. Además, debe llevar un registro detallado de los jugadores observados y a los que se les está haciendo un seguimiento.

Pero lo más importante: Estar Ahí. Estar directa o indirectamente en los momentos cruciales del jugador. Aparecer de cuerpo presente o mediante algún representante, pero es definitivo poder valorar los momentos de máxima exigencia de los prospectos que están en la mira.

Además, el Cazatalentos debe reunir ciertas características especiales para el cargo:

- Mantener excelentes relaciones públicas con la gente del fútbol. Crear una “Red” de informantes, amigos cercanos, conocidos, colegas, periodistas, dirigentes, etc. Nunca debe dejar de escuchar una sugerencia. Es cierto que algunas veces se pierde tiempo. Pero nunca se sabe.

- Debe ser reconocido como alguien serio y leal, digno de confianza; no olvidemos que representa la imagen del club. Esto, además, se convierte en una cadena: un contacto te lleva a otro y a otro, pero lo más importante es mantener un perfil sólido y confiable.

- Debe ser alguien metódico y organizado. Sus informaciones tienen que ser veraces y puntuales. Y, por supuesto, mantener actualizada una agenda de contactos.

- Debe ser alguien asequible, fácil de contactar, dispuesto al diálogo.

- Nota: Se recomienda, por la naturaleza de su trabajo, el cual es analizar y valorar elementos jóvenes, no abusar de la observación de partidos de alta competencia. Cuando esto ocurre, se pervierte un poco el sentido de observación y se tiende a subvalorar cualquier talento en cierne, por compararlo siempre con los grandes jugadores del fútbol internacional. Es importante conservar siempre la perspectiva correcta.

Elegir bien es el secreto clave. Todo lo que se haga después, si no se hizo la elección correcta, es una pérdida de tiempo y dinero”


Si desea hacer un comentario o enviar alguna sugerencia escriba a agarizabalo@hotmail.com

Publicado en el Heraldo Deportivo el 1 de abril de 2008.

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