jueves, 14 de julio de 2011

PERFIL INTERNACIONAL




Por: Agustín Garizábalo Almarales

Algunos jugadores que sobresalen en el medio local (el goleador del torneo, un volante diez o un lateral incisivo) luego tienen serias dificultades para adaptarse en el fútbol del exterior. No deja de ser una calamidad, porque terminan relegados al banco, quejándose por la falta de oportunidades, o, en el peor de los casos, regresando con el rabo entre las piernas.

Creo que en Colombia ya estamos fabricando un buen producto, pero todavía no es óptimo. Nuestros muchachos se están yendo a esa aventura en pleno proceso de formación, con todos los riesgos que eso implica. El fútbol internacional posee, en tanto, otro tipo de exigencias y expectativas, valores que jugadores del patio no asimilan aún. Jóvenes que siempre estuvieron rodeados de sus familiares, que casi nunca salieron del país, de repente se ven avocados a una experiencia babélica, confusa, traumática en ocasiones.

Necesitamos, entonces, optimizar ese producto con otro tipo de formación, deliberadamente más universal, donde nuestro jugador se nutra de conceptos y acervos culturales: Costumbres, idioma, música, comida, transporte, etc., que le proporcionen la seguridad y desenvoltura que necesita para sobrevivir en ese otro mundo.

O, por lo menos, ya que los clubes y empresarios obtienen excelentes dividendos de esas transacciones, contraten a un tutor, para que, durante los primeros meses, acompañe puntualmente al pupilo, indicándole y orientándole sobre la convivencia en ese nuevo país. Qué restaurantes visitar, qué tipo de comida debe pedir, qué vino combinaría con ese platillo, cuál es el vestido apropiado; además, la relación con la prensa y el público, el manejo de situaciones que se le pueden presentar en ese nuevo entorno competitivo y una serie de pequeños detalles que podrían parecer insignificantes, pero que son, en definitiva, los que garantizan una adaptación exitosa.

Suponemos que en el país habrá gente capacitada para ese tipo de instrucción. Pero si de repente no podemos hacerlo nosotros mismos, al menos contratemos una asesoría cosmopolita, expertos pulidores que afinen a estos futbolistas como si fueran reinas de belleza.

Porque es muy triste ver partir a estos muchachos, con tanto ruido e ilusiones a conquistar un mundo, y, al cabo de algunos meses o semanas, encontrarlos confundidos, sin saber qué hacer y más frustrados que un Emo con el pelo crespo.


agarizabalo@yahoo.com


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